Todos podemos influenciar.
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Comparte tu experiencia personal, nunca sabes a quien estás inspirando.
Algunas preguntas que me encanta hacerme y hacerle a mis clientes es:
¿qué dejarías como recuerdo cuando mueras?
¿Cuántas personas te recordarían?
¿Qué dirían de ti?
Al principio puede parecer shockeante, pero cuando comienzan a pensar las respuestas, un movimiento interno comienza a surgir desde adentro.
Pasan por este mundo billones de personas, mientras tanto los cementerios se llenan de placas con nombres, pocos dejan legados, mensajes, historias para inspirarse.
Sin embargo, todos los seres humanos tenemos la capacidad de liderarnos y de inspirar a otras personas.
Si deseas crear una diferencia debes comenzar a actuar como un líder. Todos tenemos ese poder, comienza por descubrirnos desde nuestro tu interior. Enriqueciendo nuestra vida y luego la de otras personas, desde nuestro círculo inmediato y así hacia los más alejados.
Muchas veces las personas no comienzan a hacer algo porque piensan, tardaré mucho hasta hacerlo grande, o hasta llegar a tener determinada cantidad de seguidores, o de que alguien me vea y sepa lo que hago, etc. De modo que eso los retrasa e incluso, los hace desistir del hacer algo que impacte. Mantienen así la zona cómoda o conocida de ser seguidor y creer que no pueden aún ser como ese líder al que ven con admiración.
Frecuentemente, sugiero a quien quiere hacer algo por otras personas, que comience contando su propia historia, o alguna simple experiencia, ya sea feliz o dolorosa, algo significativo. Es sorprendente, y es algo que se ve en las sesiones grupales, cómo cuando las personas comparten alguna experiencia personal comienza una conexión entre los participantes que es lo que enriquece no solo al grupo sino a su propio proceso personal.
Cuando venga a tu mente la idea de que no puedes contar algo, porque te equivocaste, o te fue mal, piensa, ¿lo superé? ¿Salí adelante? ¿Cómo hice? Y si la respuesta es que has podido salir de situaciones de fracaso en forma exitosa, eso es algo que puedes compartir.
Las personas quieren conocer historias reales, personas a las que no les fue bien, o se equivocaron y saber cómo han hecho para revertir una situación.
Estaba hace varios años, en un programa de liderazgo con otros 158 CEOs (Ejecutivos líderes de empresa) en Estados Unidos, cuando en una cena nos pidieron que armáramos grupos de 8 a 10 personas. En ese momento yo no trabajaba como coach o mentora, era dueña de mi negocio de consultoría, y no pensaba que mi vida podía interesarle a alguien o que pudiera ayudar.
Nos pidieron que compartiéramos un momento de nuestra vida que había sido un “Punto de quiebre” esos momentos en donde tu vida es un antes y un después, por lo que has aprendido. Y que incluso, no te sientes igual a quien eras antes de ese momento.
Recuerdo que compartí ese día mi proceso de divorcio. Fue emotivo, me agarró desprevenida la pregunta, y hablé con total sinceridad y apertura.
Al finalizar la reunión en donde las 8 personas habíamos compartido, se acercaron 3 mujeres a hablarme, y me dijeron: Paula, tu historia realmente tocó mi corazón. Me conmovió.
Al finalizar ese encuentro, que fue de 5 días, yo salí sabiendo que quería compartir con el mundo quien era, porque de esa forma podría impactar vidas. De alguien, de quien estuviera atento/a a eso que yo comunicaba. Y así empecé.Comparte tu experiencia personal, nunca sabes a quien estás inspirando.