6 estrategias de quienes son fuertes emocionalmente
Las personas que son emocionalmente fuertes no se auto victimizan. Eso no significa que no les sucedan cosas negativas, pero saben que no se puede avanzar y quejarse al mismo tiempo.
Escribí este artículo para Revista Martes Financiero publicado aquí
Las personas emocionalmente fuertes no basan sus decisiones en función a lo que otras personas les dicen o piensan. Eligen en función a lo que quieren.
Aprender a gestionar emociones es uno de los desafíos de esta época volátil, incierta, ambigua, acelerada, en donde no sabemos qué va a suceder en el próximo minuto, y es posible que ya hayas descubierto que aquello que te llevó tiempo aprender hace unos meses, hoy tal vez ya no sirva.
Tomar decisiones desde la fortaleza emocional te hará ser más eficiente, perder menos tiempo arreglando situaciones que estropeaste por dejar que tu emocionalidad desborde.
Vivo en un país lleno de terapeutas, y en donde gran parte de las personas tiene el suyo, el cuidado de la salud mental es más importante que el del resto del cuerpo, ya que la cabeza maneja todo. Dentro de esa práctica, me encuentro con personas que solo quieren ser escuchadas, pero que no tienen intención real de solucionar sus problemas. Para ser emocionalmente fuerte, se requiere de trabajo, disciplina y acción.
He descubierto en la mentoría y el coaching, valiosas herramientas que te llevan a ponerte en marcha sin excusas.
¿Cuáles son las particularidades de las personas emocionalmente fuertes?
1. No sienten pena por si mismas
Las personas que son emocionalmente fuertes no se auto victimizan. Eso no significa que no les sucedan cosas negativas, pero saben que no se puede avanzar y quejarse al mismo tiempo. Es una cuestión de decisión, o avanzo o me quejo.
Es posible que hayas aprendido eso en tu casa, o de parte de tu familia, y que hayas visto las ventajas que tenía quejarse para llamar la atención. Hay personas que hasta incluso se enferman, todo esto sucede en forma no consciente claro, nadie se enferma adrede. Sin embargo, la decisión siempre es nuestra. Quedarnos en la pena por lo que otro hizo y nos afectó, o decidir tomar una decisión y movernos de ahí, sin frenarnos o lastimarnos.
2. No desperdician energía en cosas que no pueden controlar
Conocerse es la clave. Cuando ponemos foco en lo que hace otra persona estamos desperdiciando ese preciado tiempo en saber más acerca de nosotros y de usar ese espacio para mejorar, o dejar de hacer algo que nos daña.
No podemos cambiar lo que hace otra u otras personas, pero si podemos poner foco en cómo vamos a responder a determinadas situaciones, y no en función a lo que otro haga.
Las cosas que se pueden controlar están relacionadas al auto liderazgo, algunas de ellas son:
– Conocer tus pasiones. Qué te gusta hacer, y preguntarte: ¿estoy haciendo algo de eso?
– Descubrir tu propósito. Sabes para qué has venido a este mundo, además de trabajar, disfrutar y armar una familia, etc…
– Administrar tu tiempo y prioridades. Sólo tu tienes el timón sobre qué hacer con tu tiempo y en cómo vas a administrarlo.
– ¿Qué te hace procrastinar? Conocer qué parte de tu personalidad te distrae de lo importante, es una buena inversión. Muchas veces eso que te falta hacer está oculto detrás de un mal hábito.
– Trabaja en tus hábitos y en generar tiempo de calidad. La mente busca satisfacción inmediata, de modo que cuando estás generando hábitos nuevos, trata de darle también pequeñas alegrías y satisfacciones a través de cómo te hablas, o de cómo festejas tus pasos.
3. Son Proactivas
No son víctimas de sus propias emociones. Es posible que no puedan manejarlas por completo, pero jamás dirán: “yo soy así” o “es lo que hay”, ellas tratarán de cambiar a través de sus acciones, saben que tienen la responsabilidad de cómo responder ante situaciones injustas, o que no son positivas. Ellas trabajan en el dominio de sus emociones.
4. Son resilientes
Se levantan luego de situaciones de pérdida o traumáticas, siguen adelante. Tal vez te preguntes, puedo practicar la resiliencia aunque no haya pasado por una situación traumática? Claro que si, se trata de apreciar aquello que sí funciona o tienes a pesar de que haya situaciones negativas alrededor.
Practica la mirada de “vaso medio lleno” ver aquello que si funciona en vez de poner foco en lo que falta o no tienes, o aún no has logrado.
Es una mirada positiva de la vida que te servirá a ti, para sentirte mejor en el proceso de vivir. Las personas resilientes son emocionalmente fuertes.
5. Controlan sus relaciones
Las personas emocionalmente fuertes no basan sus decisiones en función a lo que otras personas les dicen o piensan. Eligen en función a lo que quieren, a pesar de que en su entorno no estén de acuerdo, o de que haya alguien en su contra.
Para relacionarte es posible que tengas que cambiar de rol, de forma de comunicarte, algo que sumó a mi vida fue aprender técnicas de coaching. Aprendí a comprender que para relacionarme con diferentes personas era necesario aprender cómo ellas comprenden, entienden y se comunican: son visuales, auditivas, quinestésicas? Para así, decidir de qué forma comunicarme con ellas.
Esto no significa que me adapte a relacionarme con quienes ella quieren, sino que me adapto a comunicar como ellas comprenden mejor.
6. Aprenden de sus errores
Cometer errores es parte del camino, del proceso de la vida y de quienes avanzan y hacen. Hay una frase que me encanta y lo refleja: “si no quieres cometer errores no hagas nada”. Pero esa no es la idea. Tampoco lo es hacer siempre lo mismo, sin jugártela a probar otras alternativas, solo por la seguridad de no cometerlos.