La forma en la que te predispones en la vida determina el resultado de tus cosas.
Artículo escrito para Revista Caras Argentina impresa el viernes 15 de julio 2022
Decía Wayne Dyer: “Si cambias el modo en que miras las cosas, las cosas que miras cambian”
No es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos lo que nos pasa. Se trata de creencias sobre la vida, nosotros mismos y sobre los demás. Se puede creer que las personas no te apoyan o te odian o que los demás ayudan y aceptan quien eres. Se puede creer que vives en un país que tiene unos paisajes increíbles, capacidad para desarrollar lo que desees, abundancia en materia prima, o creer que está cada vez peor, que no hay oportunidades. Todo es una cuestión de cómo están construidas tus creencias, las cuales podrían convertirse en limitaciones.
Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo. (Mahatma Gandhi)
Miré hace un tiempo una película navideña, española, la recomiendo sólo para que veas en una forma simple y graciosa cómo funciona este tema de la mente y de las situaciones que podemos causar en nuestra vida cuando nos anticipamos. No esperes una gran producción filmográfica, el objetivo es prestar atención al personaje principal y a sus decisiones basadas en sus creencias como producto de vivencias de la infancia. La película se llama A mil quilómetros de navidad y puedes encontrarla en la plataforma Netflix.
Nuestro cuerpo está preparado para reaccionar ante el estrés de manera tal que nos proteja contra las amenazas externas, de agresores o depredadores.
Cualquier cosa que nuestra mente perciba como amenaza generará una respuesta ante una situación de estrés. El estrés no es bueno ni malo, por el contrario, si aprendemos a sobrellevarlo, surfearlo, y gestionarlo se convierte en aquello que puede ayudar a movernos de lugares de cierta comodidad. O mal llamada zona de confort, ya que muchas veces esos lugares no son cómodos, pero sí conocidos.
Algunas de las amenazas que puedes enfrentar hoy tienen que ver con las exigencias de cada día, con la carga de trabajo y obligaciones, con el cuidado de la familia, de los empleados, de administrar cómo llegar a fin de mes, cómo pagar las facturas y los impuestos, o tal vez acerca de cómo no perder el capital que hiciste durante años. Otras pueden estar relacionadas al miedo a no ser aceptado, o a perder amistades, relaciones, pareja o a tu rol como padre o madre.
Nuestro cuerpo trata estas situaciones como amenazas. Como resultado, es posible que te sientas como si estuvieras constantemente bajo ataque. Pero puedes contraatacar sin dejar que el estrés controle tu vida.
Aquí es en donde viene la parte que convoca a la acción, muchas personas quieren resolver esta cuestión en forma mágica y rápida, recurriendo a medicación, sin antes probar diversos recursos que pueden ayudarte a hacer esa gestión de manera tal que tu cuerpo y mente lo aprendan e incorporen.
Una encuesta en hecha en España por un Centro Psiquiátrico mencionaba que el 20% de las personas está medicada por estados de ánimo.
Todas las emociones vienen precedidas de un pensamiento. SI eres una persona amargada, rencorosa o resentida, es porque tus pensamientos antes tendieron a ser negativos. Por el contrario, aquellas personas que tienden a ser positivas, alegres, o tener ilusiones acerca de la vida, tienden a tener una mirada y pensamientos positivos. No significa que no tengan problemas, sino que los ven y tratan como oportunidades o desafíos.
Los beneficios de aprender a manejar el estrés pueden incluir tranquilidad, menos estrés y ansiedad, una mejor calidad de vida, una mejora en afecciones como la presión arterial alta, mejor autocontrol y concentración, y relaciones saludables. Además, puedes tener una vida más prolongada y saludable.
Algunos hábitos que por el contrario pueden incrementarse ante situaciones de estrés son el consumo de alcohol, tabaco, sustancias o comida en exceso.
¿Cómo se defiende nuestro cuerpo?
Ante el miedo o situaciones de amenaza, nuestro cuerpo activa el cortisol. Es una hormona cíclica que nos hace despertar y estar activos. En una persona que está constantemente bajo amenaza, hace que su mente y su cuerpo no diferencie entre lo real o lo que piensa.
Si yo creo que me va a dejar mi pareja o que no tendré dinero o trabajo, o comienzo a sufrir el crecimiento de mis hijos, puede que comience a generar ciertos síntomas tales como:
- vivir bajo estrés,
- tener dolor de cabeza,
- síndrome de colon irritable,
- dormir mal,
- problemas gástricos,
- contracturas,
- pérdida de memoria, etc.
La forma en la que reaccionamos difiere de cada persona y se encuentra relacionado a factores genéticos y a experiencias de vida, que son las que construyen las creencias. El problema de las creencias es cuando ellas comienzan a limitar la calidad de nuestra vida o impiden nuestro desarrollo saludable.
Algunas estrategias para administrar el estrés:
- No anticipar. Deja que las cosas sucedan sin pensar cómo crees que van a pasar, o qué piensas que la otra persona está pensando, o va a hacer.
- No dar importancia a cosas que no las tienen.
- Educar los pensamientos. Para eso es necesario conocer de donde provienen, de qué vivencias, experiencias y traumas.
- Realizar ejercicio con frecuencia.
- Mantener una dieta saludable.
- Dormir lo suficiente. Cada persona sabe cuántas son las horas de sueño con las que se siente bien al día siguiente. Genera hábitos que te ayuden a dormir bien. Como irte a dormir más temprano, cenar varias horas antes de ir a dormir, no ver TV o pantallas antes de ir a la cama.
- Incorporar técnicas de relajación como la meditación, respiración consciente, ejercicios como yoga, incluso rezar pueden ayudar.
- Prestar atención a las relaciones que tienes, rodéate de personas positivas, que no traigan problemas o chismes, que te hagan sentir mejor que como estabas cuando se van.
- Prestar atención a tu propia mirada crítica de las cosas, la crítica sirve para efectuar cambios, no para estancarte en ese lugar.
- Ayudar a otras personas. Busca en qué te gustaría ayudar y comienza a hacerlo.
- Dedicar tiempo a jugar, hacer lo que te gusta.
- Incorporar la risa y el humor a tu vida.
- Escribir en un diario tus pensamientos.
- Prestar atención a tus emociones y a cuál fue el pensamiento anterior a la aparición de una emoción negativa sobre todo. Sirve tomar nota.
- Planificar la agenda personal, del trabajo y las actividades de la casa.
- Fluir con las situaciones que surjan por fuera de agenda, una mirada que me sirve tener es preguntarme: ¿para qué está pasando esto?
- Preguntarte cada día: ¿cómo me siento? ¿Qué puedo hacer por mi hoy?
- Buscar ayuda profesional. No hace falta llegar a un punto de Burn Out o Pico de estrés para eso. Es la salud de tu mente y como habrás visto es la que lidera al resto del cuerpo.
“En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra”. (Eurípides de Salamina)
Este tema me apasiona, y ver cómo las personas que hacen el trabajo constante de trabajar sobre sí mismas logran mejorar la calidad de su vida, mejorar las relaciones y sobre todo amarse más es lo que me provoca comunicarlo y trabajarlo.
En mi podcast de la semana pasada para Radio Perfil puedes escuchar una técnica que me ayudó a mi en lo personal a liberar emociones que no me servían para mi crecimiento: https://radio.perfil.com/noticias/podcasts/liberar-la-rabia-como-camino-para-ser-feliz.phtml y puedes encontrar más en la sección podcast de mi página www.paulacabalen.com/podcast/
Deseo tengas una buena semana y mejor vida!
Paula Cabalen
Coach de Vida y Negocios. Consultora estratégica. Conferencista. Escritora.
CEO y fundadora de Consultophy
Embajadora de Cambridge Business Association.
Points of You Country Leader
@paulacabalen
www.paulacabalen.com