Si querés vivir en abundancia seguí estos pasos
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a abundancia fluye cuando te centrás y das cuenta de que tu espíritu necesita que hagas lo que amás, que tengas pasión.
¿Te ha pasado de ver personas que disfrutan, que van a donde tienen ganas de ir, que juegan, se reúnen con amigos, trabajan mientras hacen lo que les gusta, y saben delegar muy bien aquello que no?
Las he visto, las tengo cerca, en ocasiones me pasa también, esas personas atraen oportunidades para hacer algún tipo de actividad o negocio.
¿Qué tienen en común? Están conectadas con el placer, con disfrutar, con la creatividad, con el juego, el ocio y el descanso.
¿Trabajan? Claro que sí, pero han logrado minimizar el tiempo de hacer lo rutinario y lo que no os inspira, para poder dedicarse a lo que disfrutan hacer.
¿Te ha pasado estar horas haciendo algo que disfrutás mucho y de repente de das cuenta que el tiempo voló? No te diste cuenta, quizás no comiste, no miraste el celular.
En lo que pones el foco se expande. Cuando haces lo que te gusta, la energía fluye.
Lo primero que debés pensar si querés comenzar a sentir lo que ellos sienten, es que “Tenés derecho a recibir regalos infinitos desde el universo” y que “Estás aquí para cumplir tu propósito”.
Alegría y abundancia vienen sin esfuerzo cuando ponés atención en tu pasión con intención y amor en lo que hacés.
Hacer el esfuerzo es diferente a fluir. Y tener paciencia es diferente a perseverar.
Perseverar tiene que ver con mantener el hábito de hacer eso que comenzaste a hacer, y para ello es importante la cuota de paciencia, la ciencia de saber esperar el resultado.
La pasión es el libre Fluir de la naturaleza.
Cuando hacemos cualquier cosa con pasión, expresamos cualquier aspecto de quien somos. Cualquier actividad a la que le pongamos pasión, tendrá un resultado especial.
Sin pasión, la vida puede ser plana y aburrida.
En esos momentos en donde hacemos lo que amamos, abrimos las puertas a la prosperidad y abrimos las puertas a la abundancia.
Puede que hayas recibido el mensaje de que no merecías recibir pago por hacer algo que te apasione. O que no tenés permiso para ser apasionado. Esas son sólo creencias que podés comenzar a cambiar