Manifiesta la vida que quieres
Manifestar no se trata de atraer lo que queremos, Manifestar se trata de darse cuenta y entender que atraemos lo que somos. Wayne Dyer
Hace muchos años, leí un libro del autor mencionado en la frase, resulta que estaba en un momento de gran cambio, dando el salto de trabajar para una Organización para pasar a crear la mia propia.
Venía ya de práctica de herramientas que me ayudaron a conocerme y a saber cuáles eran mis creencias que limitarían o impedirían ese cambio. Si bien fui mejorando, cada tanto aparecían miedos, de esos que al analizarlos, me daba cuenta de que no eran míos, sino familiares.
Una de las cosas que siempre recomiendo y que incluso hago en mis sesiones con los clientes, es armar el árbol genealógico, hay mucha información muy valiosa allí como para comprender el por qué de nuestras decisiones, enfermedades, repeticiones de historias, etc.
Pero hoy se trata de manifestar, y quiero contarte una historia para ello. Resulta que la semana pasada, mi hija me preguntó en un par de oportunidades: mamá, qué significa la prosperidad. Mi respuesta inmediata fue que cuando nosotros estamos alineados con la naturaleza, con quienes somos y siendo fieles a nuestros deseos, el universo confabula para que las cosas se den y así siempre tengamos eso que necesitamos en el momento en el cual lo necesitamos.
En resumen, manifestar para mi es crear en mi vida las condiciones para que lo que soy se despliegue y aquello que quiero tenga lugar, siempre que yo vibre esa energía, siempre que sea coherente entre lo que quiero y soy.
Hoy te comparto ejemplos y una linda historia de la semana pasada para que veas cómo funciona.
Nosotros no manifestamos lo que queremos, manifestamos lo que somos.
Mi intención diaria desde que descubrí mi propósito es hacer la vida de algunas personas mejor cada día, es una de las intenciones con las que vivo, no solo la que cambio cada día.
Estábamos haciendo una fila en el aeropuerto de Rio de Janeiro a las 23:30 hs hace unos días, teníamos 20 grupos delante nuestro, y otros tantos detrás, nosotros éramos un grupo de 4 personas. Horas antes de ir hacia el aeropuerto, separé un monto en reales (la moneda de Brasil) que me había quedado en efectivo, doblé los billetes y los puse en el bolsillo de mi jean. Le dije a mi pareja, en el aeropuerto, veamos si compramos algo para usarlos, ya que en Buenos Aires no nos van a servir.
Estábamos cansados en la fila… que venía para largo, con esto del control extra que hay por temas de pandemia, el proceso se hace más largo y angustiante, ya que hasta que no estás de regreso, no sabés que puede pasar. Así es en estos momentos, o al menos así lo vivo yo.
Se acercó un joven de unos 22 años aproximadamente, se lo notaba ansioso y a la vez muy angustiado, vino directamente hacia mi, y me dijo: señora, por casualidad ¿usted no tendrá algunos reales para cambiarme? Yo le transfiero en pesos en el momento, el tema es que perdí mi vuelo, y tengo que hacerme un PCR aquí y está todo cerrado, la casa de cambio también, y no tengo dinero para pagarlo en reales.
Le pregunté cuántos reales necesitaba, y su respuesta fue una señal para mi, el monto que el necesitaba coincidía con el monto que tenía en mi bolsillo derecho. Los saqué y sin dudar se los dí. Mientras tanto, vimos a través de qué medio me hacía la transferencia de acuerdo al tipo de cambio de ese día. Usamos una app muy conocida para hacer esa transferencia, y el decidió por cuenta propia pagarme dos pesos más por cada real.
El chico se reía emocionado, me decía que no podía creerlo, y muy feliz se dio la vuelta y se fue. Automáticamente, con mi piel de gallina y sabiendo lo que había pasado, agradecí al universo por esta magia, acto seguido la miré a mi hija y le dije: eso que acabas de ver, es cómo funciona la prosperidad. Yo quería dejar esos reales en Brasil, a cambio de comprar algo que seguro no necesitaría, con la intención de no llevarme los reales a casa. Él, necesitaba resolver una cuestión aún más importante que la mía. Los dos ganamos. Los dos tuvimos lo que necesitábamos. Los dos nos encontramos, no sé cómo, pero como conozco la intención que me mueve, no me llamó la atención. Y él, seguramente debe ser un ser conectado con este tipo de situaciones.
Dice un poema célebre del poeta bengalí Rabindranath:
“Me dormí y soñé que la vida es alegría.
Desperté y vi que la vida es servicio.
Actué y observé que el servicio es alegría”
Ahora bien, es posible que me digas: Pau, yo hago de todo, sé cómo funciona esto que decís, lo leí antes, lo escuché, tengo amigos que lo practican, pero a mi no me sale. Bien, puede ser, ya que es posible que estés haciendo eso con tu mente, y no con tu ser, soltando las expectativas y entregándote a las leyes del universo. Cuidado con el ego además, para aprender y cambiar, es importante soltar al ego del conocimiento, ese que nos hace creer que sabemos todo.
Una planta de duraznos no crece en un día sólo porque querés que eso pase. Para lograrlo, es necesario trabajar la tierra, sembrar, regar, y darle tiempo a la planta a que haga nacer su fruto, una vez que el fruto está fuera, también es necesario esperar a que caiga o sacarlo al estar maduro. ¿Qué sucede si lo sacás antes? Te cae mal, o está incomible.
Así funciona nuestro autonocimiento. No existen pastillas mágicas que nos hagan cambiar de un día a otro. Te compartiré los pasos de lo que para mi son los pasos para lograr manifestar cosas en nuestra vida, y así vivir prósperamente.
Ahora bien, para poder manifestar en nuestra vida se trata de ser conscientes de qué tipo de persona somos, cuanto nos conocemos, tanto de lo que conocemos de nosotros como de aquello que no. Muchas veces, eso que no sabemos de nosotros, es lo que nos hace estropear las cosas en el camino de la manifestación. Además de eso, saber cuál es la emoción con la que suelo vibrar, si estoy enojada, es probable que manifieste situaciones que a la larga me traigan más enojo, y eso aplica a cada emoción, por esta razón es muy importante hacerlo desde un lugar de NO ESTRÉS.
Te invito a pensar ejemplos de personas a las que admires, yo creo mucho en que es importante tener modelos de personas a seguir, si ese modelo tiene coherencia en todas su áreas mejor aún. Ya que es posible que te encuentres admirando a alguien por sus habilidades en los negocios, pero tal vez vive enferma como producto del estrés que le genera a su cuerpo, o que rompe cada relación por la que pasa, y así.
Piensa en alguien que haya logrado varias cosas y observa su vida. No tienen por qué ser cosas materiales, también pueden ser logros sentimentales, laborales, etc.
Pasos para crear una vida tranquila que nos permita manifestar situaciones beneficiosas para nosotros:
- Se consciente de tus emociones, el estado natural debiera ser de alegría. Aprende a conocerlas y sobre todo a gestionarlas.
- Tus pensamientos son los que generan malestar, no es el mundo que nos rodea, es el valor que le damos a eso que sucede.
- Cambia esos pensamientos y reemplázalos por algo positivo.
- Utiliza este mantra que me enseñó mi mentor (Roberto Kertez), que en paz descanse: Si cambia lo que pienso, cambia lo que siento. Si cambia lo que siento, cambia mi reacción.
- Observa la naturaleza, es perfectamente imperfecta.
- Observa a los niños, cómo juegan, cómo reaccionan cuando se caen, o ante una pelea.
- Suelta tu ego.
- Sueña y suelta tus expectativas.
- Piensa en una inteción al levantarte y vive tu día teniendo eso en cuenta.
- Medita y haz ejercicio o sal a caminar.
- Ante cada decisión, piensa: Cómo me voy a sentir cuando haga tal o cual cosa, o cuando esté con tal o cual persona?
- Cuida tu entorno y de quien te rodeas. Recuerda, estás trabajando en tu proceso de manifestación.
- Oberva las pequeñas cosas que van pasando, se trata de estar más presentes que nunca.
Comenzá con esto y luego me contás!
Artículo impreso en Revista Caras en mi columna Lidera tu Vida el 7 de enero de 2022