Renacer. Lo que celebro en estas fechas. El regalo de elegir.
Hablaba con mi hermano hace unos días, acerca de estas fechas navideñas. El se fue a vivir a Estados Unidos, y le tocó celebrar el día de Acción de Gracias, haciendo una comparación con esa fecha, me decía: Pau, ¿qué celebramos en navidad? Decía el, me gusta acción de gracias porque es más concreto, las personas agradecen por su vida, por su siembra, por la cosecha.
Eso me invitó a recordar mi infancia, y un suceso que nos marcó a fuego. Mi abuelo paterno cumplía años el 25 de diciembre, tuvo una vida de dolor, marcada por diabetes y por la pérdida de una pierna, desde pequeña viví eso con mucho dolor por el. Cuando tenía 13 años, lo internaron para su cumpleaños, un 25 de diciembre y falleció un 31 de diciembre. Esos sucesos marcaron navidades tristes a la hora de brindar, sentíamos la pérdida. Navidad dejó de ser alegre hasta que hubo niños de nuevo.
Al crecer comenzamos a vivir eso de con quién pasamos las fiestas, luego me divorcié y mi hijo pasaba unas conmigo y otras con su papá, dejando una sensación de vacío en mi. Hasta que comencé a ver con una nueva mirada la navidad. Los que venimos de una educación católica celebramos en navidad el nacimiento del niño Jesús. Independientemente de la historia bíblica, decidí convertir esa celebración en un renacimiento personal.
Tal vez obnubilada por lo que el mundo del desarrollo personal trajo a mi vida, tomo cada acontecimiento como la oportunidad para aprender, de lo bueno, de lo malo, sobre todo de lo que genera dolor, ya que si duele, algo hay para corregir y sanar allí.
La propuesta para esta semana entonces es el regalo de poder elegir tomar decisiones que traigan eso que queremos ver crecer en nuestra vida. Al nacer nuestros padres toman decisiones por nosotros, a veces mientras crecemos también. Es posible que a través de los años elijamos que otras personas tomen decisiones por nosotros, jefes, amigos, padres, y hasta he visto que hay hijos que toman decisiones por los padres también.
Sin embargo, el gran poder que tenemos los seres humanos, y un regalo es la capacidad de elegir.
Hoy te invito a hacer algunos ejercicios para acompañar esta etapa de renacer acompañando la navidad:
¿Qué ganás cuando elegís? Marcá la que más resuene con vos:
- Libertad
- Control de tu vida
- Capacidad de mejorar tu vida
- Ir por tu propio potencial
- Cambiar lo que no te guste
Nuestra vida comienza sin ese poder, pero a medida que crecemos tenemos todo para tomar ese regalo.
La vida de las personas comienza en forma diferente para cada persona, pero siempre estás a tiempo de ponerte al día, es tu creencia muchas veces la que impide verlo de esa forma.
«Aunque no puedes volver atrás y hacer un nuevo comienzo, amigo mío, cualquiera puede empezar a partir de ahora, y hacer un nuevo final». James R. Sherman
Sigamos con las preguntas:
¿Qué es lo que no podés elegir? ……………………………………………………………………………………………………….
¿Qué sucede cuando no tomás una decisión? ……………………………………………………………………………………………………….
Cuando como personas adultas no elegimos, estamos decidiendo que otros tomen esa decisión. Muchas veces es sano recurrir a eso, el tema es cuando eso que dejas de hacer se convierte en algo doloroso.
Te doy un ejemplo: era la fiesta de egresados de mi hijo, el cursó su secundaria en un colegio diferente al de primaria, cuando ingresamos ya había un grupo consolidado, se conocían, tenían un funcionamiento armado. Cuando llegó el momento de decidir qué hacer en la fiesta, sentí que podía correrme y solo aportar el dinero, sabía que podía confiar en las decisiones de otras personas y hacer eso no generaba dolor en mi. No necesitaba opinar, ni agregar valor, ya existía el valor. La fiesta salió genial, seguramente yo hubiera elegido algo de la deco en forma diferente, pero me sentí muy bien con el resultado.
En este caso NO ELEGIR, no me duele.
Es muy diferente cuando decidimos no elegir, pero eso nos pone en un lugar de víctimas. En realidad, estamos eligiendo sufrir, y estamos eligiendo no hacer. En ese caso vendrá alguien a hacerlo por nosotros.
Tengo otro ejemplo para ello: hace un tiempo, armamos unas sesiones online y de networking con unos colegas, éramos un grupo en el cual todos teníamos espacio para liderar y opinar. Algunos de ellos sólo entraban a la reunión para decir lo que no funcionaba de un curso que habíamos armado. Recuerdo preguntar a quien siempre criticaba: cómo lo harías? ¿Qué harías diferente? No venía nunca una respuesta concreta, esa persona sólo podía tirar una crítica o decir, en otros lugares lo hacen diferente, pero a la hora de aportar, decidía no hacerlo. Tenía el espacio, no lo aprovechaba, pero entraba para criticar luego.
¿Te pasó ser de esas personas? ¿O tener personas así cerca? En lo personal, cuando algo así está en mi ámbito me gusta preguntarme: ¿qué está ensañándome esta persona?
En este último caso, no elegir no era una elección para mi, ya que era parte de un grupo que lideraba esas sesiones, y yo no quería ser una más de las que luego entre a criticar.
¿Puedo criticar o no estar de acuerdo con algo? Si, claro. La crítica puede ser constructiva, siempre que venga con una contrapropuesta y sea ofrecida con respeto.
«Hay una decisión que tienes que tomar en todo lo que haces. Así que ten en cuenta que al final, las decisiones que tomes, te hacen. »
John Wooden
Me encanta pensar la vida como un gran jardín con semillas para sembrar. Como todo jardín, para sembrar algo debemos limpiar la tierra de yuyos o malezas, preparar la tierra, elegir el espacio adecuado en el cual vamos a querer sembrar determinadas semillas, tiene sol, es húmedo, necesita de mucho o poco riego?
Seleccionar las semillas será como seleccionar las decisiones de lo que vamos a querer que crezca allí. Si quiero recoger manzanas, no sembraré uvas.
Lo mismo sucede con lo que elegimos día a día. Si quiero relaciones sinceras, no vale engañarme y pasar tiempo con personas con las que no tengo ganas, solo porque aprendí que había que hacerlo así. Este ejemplo, aplicalo a lo que quieras. Aplica a todo!
Todo en nuestra vida es un reflejo de las decisiones que hemos tomado. Si queremos resultados inmediatos y fáciles, tendremos resultados acordes a eso. Si tomamos el tiempo de plantar, regar, cuidar, esperar, el resultado podría ser como el bambú.
Una planta que requiere de muchos meses de riego, sin ver nada, hasta que luego de años comienza a salir, y cuando lo hace, es irrompible, fuerte, flexible, alto e invencible. Pero hubo que esperar los primeros años sin ver nada.
Para ir cerrando te comparto algunas preguntas a modo de regalo navideño, que son una invitación a pensar en forma diferente.
¿Cuál decisión podés tomar hoy que no hayas tomado antes?
¿Esa decisión tendrá impacto positivo en tu vida? ¿Cuál será?
¿Esa decisión, tendrá impacto positivo en la vida de tus seres queridos? ¿Cuál será?
A renacer se ha dicho! Feliz navidad!
Publicado en Revista Caras el 24 de diciembre de 2021
Paula Cabalen
Coach de Vida y Negocios. Consultora estratégica. Conferencista. Escritora.
CEO y fundadora de Consultophy
Embajadora de Cambridge Business Association.
Points of You Country Leader
@paulacabalen
www.paulacabalen.com